Booty Duty es lo más básico que puede haber. Sin entrevistas prolongadas, montajes extravagantes ni escenarios de fantasía. Sólo un buen polvo a la antigua usanza, como la naturaleza nunca quiso que fuera. Por supuesto, ninguna de estas chicas es de las que llevarías a casa de mamá (a menos que a mamá le guste la compañía de zorras con la boca llena de semen y la boca llena de silicona), pero eso no nos impide llevarlas a tu casa... ¡para que puedas usar sus culos!