En medio del campo, una familia de pueblerinos increíblemente atractivos está viendo crecer la hierba en su terreno cuando pasa por allí un vendedor ambulante. Mientras papá y mamá echan un vistazo a su mercancía, el vendedor se tira a su deliciosa hija Victoria Paris, alimentada con maíz. Es una vieja historia, pero siempre funciona, sobre todo con Victoria como protagonista. La exquisita Srta. Paris es la imagen mental de todo hombre de la aburrida y perpetuamente cachonda hija del granjero. La interpretación de Victoria aquí es una de sus mejores, y el humor irónico con el que se maneja la trama, que en realidad es una larga broma de mal gusto ilustrada con sexo ardiente, hace que el viaje sea divertido e increíblemente excitante. Se trata de un tratamiento clásico de un argumento clásico, con la increíble Victoria Paris ofreciendo algunos de los espectáculos eróticos más ardientes de su ilustre carrera.