Ese hueso no está roto, ¡sólo hay que reajustarlo! ¡Ingresar en este hospital no es tan malo como parece! La bella supervisora te mantendrá bajo su atenta observación; las sensuales enfermeras acaban de entrar para darte tu baño de esponja; ¡y la paciente ninfómana de la habitación de al lado ha prometido volver una y otra y otra vez!