Hace cientos de años, las mujeres voluptuosas se consideraban el estándar de belleza... se las adoraba y veneraba. Pronto, los gimnasios, la moda y el marketing consiguieron que la chica rellenita dejara paso a su homóloga delgada. Desde entonces, ha habido un hombre entre los hombres que puede mirar más allá de los estándares de la sociedad para ver la verdadera belleza de una mujer con curvas exuberantes y suavidad exprimible. A este hombre se le conoce como el Susurrador de las Gorditas.