Cuando tu pene se siente indispuesto, estas traviesas enfermeras están ahí para animarlo. Quieren cuidar de tu polla hasta que recupere la salud, así que se la meten en la boca caliente para tomarle la temperatura y empiezan a chupar el veneno, hasta que se beben la lefa caliente mientras les salpica por la garganta tras una mamada.