Son enormes y están pulverizando todos los coños y culos que ven. Son los Monstruos de la Polla y están arruinando un coño apretado tras otro, estirándolo más allá de sus límites, hasta que no queda nada más que un agujero abierto para el resto de vosotros, pobres tíos, que sólo lleváis una polla de tamaño normal en los pantalones.