international booty 5

Escena 1

Ni siquiera sale de su habitación y por una minúscula propina ya tiene acceso a todos los agujeros de esta puta. Ella está tan dispuesta a renunciar a su dignidad que él recluta a otro negro para que le ayude a follársela hasta hacerla pedazos. Hay que respetar la forma en que Mark Anthony maneja sus negocios.

Escena 2

Esta zorra se cree Cleopatra. Con su brazalete egipcio en un bíceps y la polla de Mark en una mano, intenta acabar con la sequía que asola el desierto en sus pantalones desde hace unas horas. Chupa suficiente semilla para fertilizar todas las arenas de Oriente Medio.

Escena 3

Trae la polla de reserva y comprueba si este coño del Pacífico Sur puede resistir el estrés de que la circunferencia de su entrepierna le estire los pelos. Ella parece a punto de estallar, pero entonces ocurre... él estalla en su lugar y su semen es su alivio.

Escena 4

Cuando las putas pasan algún tiempo en la sala de pesas, no se ejercitan como la mayoría de las chicas. No todo es cardio en una cinta o pesas libres en un banco. Estas tías trabajan igual de duro por dentro, estrujándose el coño con todo tipo de aparatos de ejercicio.

Escena 5

Puede que actúe como si estuviera haciendo algo especial para ti mientras separa las nalgas y expone su culo a tu polla. ¡No te lo creas! La mayoría de la gente de su ciudad natal ha estado en ese culo alguna vez. Tú eres el último de una larga cola para acceder a ella, y ella no se merece nada más que una propina normal por ser un servicio completo.

Escena 6

Las putas negras de otras partes del mundo no se parecen en nada a las negras estadounidenses. A estas zorras pervertidas les encanta que las dominen y entienden que su función más importante en la vida es servir a los hombres con los que pasan el tiempo. Si quieres tirarte a una negra, hazlo mientras tu polla esté en el extranjero... no en EEUU.

Escena 7

Se dejó un enorme bigote fu-man-chu en el coño cuando guardó la maquinilla. La única forma de que eso tuviera sentido es que ella hubiera planeado que él lo utilizara como putting green cuando practicara su swing de minigolf contra un vaso en el suelo del hotel. De lo contrario, debería haberse quedado tan calva como su barbilla... y por eso se dejó allí el zumo.

Escena 8

Dos chicas fornidas intentan convencer a Mark Anthony de que más grande es mejor. Europa no está tan obsesionada con las putas delgadas como nosotros en Estados Unidos... pero incluso después de darles una buena oportunidad, Mark pensó que una vez que terminaran de comerse su semen, ambas deberían dar un largo paseo en una cinta de correr.