Algunos días, estas mujeres se despiertan y deciden que las pollas en sus coños no son para ellas. En lugar de eso, quieren abrir bien las piernas, estirarse e invitar a esas pollas a entrar en sus apretados y rotundos culos. Estas chicas no tienen reparos en dar a conocer sus necesidades, y encuentran un montón de tíos que van a hacer cola por la calle para complacerlas.