Por lo visto, los padres de esta gente nunca les dijeron que no jugaran con la comida, porque no sólo juegan con las pollas antes de chuparlas para hacer creampies, sino que también se tiran comida por encima a sí mismos y a los demás, para divertirse lamiéndola, y ya sabes que siempre cae en un jugoso coño o en una bonita y suave teta.