Pase lo que pase, cuando una mujer quiere que la sirvan, sólo tiene que decir: "¡Sexo!", y cualquier caballero de verdad estará delante de ella con la mano alrededor de su polla palpitante y dura, preguntándole dónde le gustaría que se la metieran primero. Afortunadamente, la mayoría de las mujeres de esta película prefieren saborear la carne del tipo antes de dejar que se deslice en sus empapados agujeros.