Ser voyeur es excitante en sí mismo, pero como la persona está grabando lo que ve, es como si tú estuvieras allí, viendo toda la acción en persona, así que, si éste es tu género, te ha tocado el premio gordo, así que siéntate y golpéate la carne siendo un mirón, ¡sin tener que preocuparte de que te pillen! Ah, casi lo olvido, ¡asegúrate de cerrar bien la puerta!