bust a nut #4

Escena 1

Katanya Blade es una zorra aventurera que quería probar algo nuevo. Se atrevió con una gran polla del tamaño de su cabeza. Mírala cómo se abre de par en par para meterse la cabeza de ese monstruo en la boca y luego traga todo el semen que pueda.

Escena 2

Kylie Rachelle es una de esas chicas blancas que siempre ha sentido hambre por el sabor de la carne oscura. Cuando se metió en el porno, se aseguró de apuntarse a todas las escenas de sexo interracial que pudo. Se fumó con gusto este hueso y probó el semen que tanto ansiaba.

Escena 3

Layla estaba abriendo la boca de par en par para meter el enorme palo negro de Wesley en su agujero. Apenas podía respirar mientras engullía esa cosa, pero Wesley dijo que se sentía muy bien. Parece que Layla tiene talento para fumar en pipa, como demuestra aquí.

Escena 4

Esta guapa asiática, Malitia, pensó en probar un poco de carne negra y ver cómo le sentaba. Le gustó el color moca de esa carne y le dio con cariño a su muñeco de carne unas caricias expertas. La chupó como una piruleta y se aseguró de dejarla brillante con su saliva.

Escena 5

Lisa Marie sabe cómo complacer a un hombre y aquí muestra algunas de las habilidades que ha adquirido durante su ilustre carrera porno. Una de sus formas favoritas de dar placer a un hombre es con la boca, por la sensación de poder que le produce una mamada de categoría mundial.

Escena 6

Apples no estaba dispuesta a dejar escapar esta polla monstruosa sin hacerle un tratamiento oral. Se entregó a su pasatiempo favorito, mamar, y dejó que esta afortunada marioneta de carne viera lo que es que te la chupe una chica a la que le gusta de verdad. Incluso se aseguró de que no desperdiciara nada de semen.

Escena 7

Jasmine trajo su boca caliente y húmeda para una gran inserción de salami. Utilizó todas sus habilidades para inhalar pollas y deleitó a este tío con una buena mamada. Babeó y acarició e hizo que este polo de carne brillara con su saliva hasta que estuvo sacando un nuevo lote de mantequilla de nueces para su lengua que esperaba.

Escena 8

Amber Roxx estaba dispuesta a meterse en la garganta cada palpitante centímetro de aquella gran carne negra. Le entraban arcadas y babas y pronto se le saltaron los ojos, pero no se rindió. Nunca habíamos visto tanta saliva en una mamada y esa cosa goteaba hasta la raja del culo de este tío.