Un trío al aire libre en esta cálida república bananera es justo lo que la película necesitaba para rematar su tórrida producción rodada en exteriores. Hacen todo lo posible por devolver al espíritu de la isla toda su buena fortuna bailando entre ellos la danza horizontal de la fertilidad hasta que una cascada de fluidos hedonistas se derrama desde su tótem hasta sus bocas hambrientas.