Esta escena muestra a Hannah Harper en sus primeros años, antes de operarse las tetas y cuando aún tenía pechos naturales. Comparte un revolcón junto a la piscina con un tío de pelo de punta con una gran polla y al que le encanta comer coños. Se lo montan como vírgenes en la noche del baile de graduación hasta que él derrama su carga sobre la cara de ella.