Menos mal que se ha calentado antes de la escena, porque le toca mucho los dedos de los pies mientras él se la folla por detrás. Una vez que se pone en marcha, su polla empieza a atravesarla como un tractor en un maizal. Los días en que creció en una granja pasan ante sus ojos justo antes de que se desate sobre ella la tormenta final de esperma.