El cuerpo de Aria es hermoso, o eso parece. Pasa mucho tiempo en el gimnasio poniéndolo en forma, pero cuando Randy Spears le mete la polla, nada de eso importa ya. Su sentido de sí misma se desvanece y lo único que importa es su impulso primario de tragarse su semilla. Aria se lo traga con todas sus fuerzas y luego le chupa los huevos hasta dejárselos secos mientras él le mete una gran corrida en la boca.