A Catalina también le gusta jugar al aire libre y toma la silla, abriendo sus piernas en medias y eligiendo un enorme consolador con el que intentar darse placer. Lo chupa como si fuera una polla gorda, y saca otro vibrador pequeño para excitar su coño palpitante. Escucha los húmedos chasquidos mientras se llena el agujero de juguetes de goma para adultos.