Sharon Wild intenta hacerlo rápido. Piensa que cuanto antes se corra en su cara, antes podrá irse a casa y olvidarse de lo que hace para ganarse la vida. No intentamos ralentizarla porque nos gusta la idea de ordeñarle la boca tan rápido como podamos. ¡A ver cuánto tardas en romperle los huevos a esta nena!