Cuando recoges a una rubia guarra del bar y la llevas a casa, no quieres cortejarla y pasar el tiempo besándola. Quieres ponerla a cuatro patas y abrirle esa raja para penetrarla analmente tan fuerte y tan rápido como puedas. Quieres echarle un chorro de semen por el culo. ¡Imagina que Stacy Thorn es esa zorra!