Las lesbianas no tienen por qué limitarse a besos y lamidas de coño, algunas se ponen mucho más agresivas y en la clase de lucha de la Escuela de Chicas esta pequeña asiática decide practicar el arte de comerse a bocados el culo de su oponente. Mueve su sonda rosa profundamente en la estrella de mar de chocolate de su amiga escritora.