Maldita sea, esas largas piernas de chupa-chups son como escaleras por las que te subes para alcanzar algún arrebato. Incluso sin tacones, esta estrella es demasiado alta para pasar desapercibida, y con tacones es como una figura mitológica de alguna antigua historia griega. Quizá la historia de una puta de pelo negro que hechiza a los hombres montándose una falsa polla negra en el sofá.