Las putas cachondas que intentan llegar a casa desde cualquier punto de la ciudad se descontrolan de vez en cuando. Esta querida del salpicadero está abierta de piernas en el asiento del copiloto frotándose el coño hasta que ya no puede controlarse. Como buena conductora, se detiene y se abre el coño. ¡El cliente siempre se corre primero!