Por fin una chica que entiende que beber semen de un vaso requiere dotes artísticas. No sólo sacó el semen de su hombre y lo metió en el vaso a tiempo, sino que, cuando por fin decidió bebérselo, se dio cuenta de que apartarlo de su cara y dejar largos hilos brillantes de semen pegados a su labio sería un espectáculo visual excitante.