Un par de enfermeras muy viejas son devoradas por un tío de pelo largo al que obviamente no le importa que le metan el pubis en la garganta. Estas zorras han tenido a un montón de hombres que se han ensañado con sus cajas, pero al igual que Sansón, obtienen una gran fuerza de su vello e incluso después de que cientos de tíos hayan intentado romperlas, sus clítoris siguen erguidos y orgullosos.