Ashley Gracie se ha ido a echar un polvo por la tarde en la parte de atrás de nuestra limusina. Dijo que necesitaba que la lleváramos a casa y quiénes éramos nosotros para llevarle la contraria. La montamos duro y largo rato mientras ella hacía todo lo posible por mantener la calma con una polla metiéndose hasta el fondo en su interior.