Echo Valley está descansando en casa, con sus gigantescos globos asomando por su sedosa bata rosa, ¡cuando recibe la visita de un tetón! Su amante esparce nata montada por sus deliciosos montículos y se zambulle como si fueran dos bolas del helado más grande del mundo. Follan por toda la cocina antes de que ella acabe con él con una follada de tetas escurridizas.