Randee Lee recibe un dulce regalo de un admirador secreto, y con él le pide que cambie sus gafas por una venda y se vaya a dar una vuelta. Acepta, y antes de darse cuenta está en medio de una orgía de cabezas rojas: ¡hay una polla para cada agujero! Randee está en el paraíso mientras es follada una y otra vez por la carne misteriosa antes de recibir cargas pegajosas por toda su cara con los ojos vendados.