Ivanna White es una europuta de dieciocho años que sueña con convertirse en estrella del porno. Tras exhibir su cuerpo ante la cámara, se pone manos a la obra para chupar la polla de nuestro talento masculino. Su coño se humedece y se hincha mientras se mete los dedos, de modo que cuando abre las piernas, el martillo se desliza dentro. La corrida en su boca no tiene desperdicio, ya que el semen le corre por las mejillas y la barbilla.