Todo el mundo ha fantaseado alguna vez con follarse a una criada francesa supercaliente después de encontrarla masturbándose en la silla de cuero de tu escritorio. En esta escena, Missy Monroe interpreta a la diligente criada francesa que se pone cachonda tras un duro día de trabajo. Cuando entra su jefe, ni siquiera tiene tiempo de desnudarse. Le aparta las bragas y le enseña quién manda en el coño antes de deslizarse en su culo para hacerla trabajar horas extras.