Esta belleza rubia ha aumentado sus tetas hasta el punto de que ya no tienen espacio para crecer y están duras como piedras. Está estupenda con la ropa puesta, pero si la agarras por la rejilla, es como si tuvieras las manos apretando la lavadora u otro electrodoméstico. Ten cuidado con tu propia niña, demasiado grande no es la solución.