En una DP, si eres el tío que está encima, no se te debería pedir que le mantengas las nalgas abiertas. En una época en la que hasta las puertas de los garajes se abren con un mando a distancia, las putas de hoy en día necesitan que se les recuerde su deber de echar la mano hacia atrás y separar su raja para el hombre al que se le ha encomendado la tarea de atascarle el esfínter.