A Fern siempre le ha gustado que se la follen gilipollas con tatuajes y malas personalidades, porque mientras esté bueno y tenga una polla enorme, sabe que el sexo será increíble. Este tío también tiene un paquete de seis, así que la insaciable rubiecita universitaria no puede esperar a que le revuelvan los agujeros y la empapen en una espesa capa de pegajoso semen blanco que brilla al sol cuando entra la luz.