A Travyon siempre le han gustado las mujeres mayores, así que cuando Bettie se le acercó anoche en la feria, se sintió aliviado de haber conocido por fin a una vieja zorra a la que podía invitar para nada más que sexo caliente. Atrás quedaron los días de cortejar e intentar impresionar a una dama, porque esta vieja bruja está desesperada por un poco de atención masculina, y le encanta la forma en que él es capaz de atiborrarla.