Complacer a su padre es algo que Jenna siempre quiere hacer, así que cuando él la llama a su habitación para pasar un buen rato, ella se anima a desnudarse al ver que lleva los botones de la camisa desabrochados. Al subirse a la mesa, él le mete la cara en el apretado agujero de su culo y, tras comerle el coño chorreante, le mete la polla y bombea hasta que por fin está listo para sacarla y reventarle los pechos.