Julia Stone lleva años buscando un buen masajista de clítoris, y tras concertar una cita con Tommy, ya podía decir, sólo por el tono de su voz, que era el hombre perfecto para darle acceso a su cuerpo. Le lame el coño mejor que ningún otro semental con el que haya estado, e incluso cambian los papeles al final, porque a ella le encanta servir a otros, ¡y masturbarle después de que su polla haya estado en su coño le parece tan divertido!