Sabrina siempre presume de lo bien que sabe dar masajes, así que Charlie la invita a una sesión en su flamante apartamento de lujo en pleno centro. Ella llega enseguida con todo su equipo, pero él ya ha preparado la habitación, así que lo único que ella tiene que hacer es desnudarse hasta el bikini y ponerse cómoda con su cuerpo antes de que empiece la acción.