Briana Banks se masturba mientras intenta invocar a un espíritu para que se la folle. Es un éxito y su hombre fantasma aparece con una buena polla dura para que Briana juegue con ella. Le penetra el coño antes de metérsela hasta la garganta. La estrangulan en la alfombra y luego le pintan la cara de blanco con una espesa carga de semen viscoso.