El novio de Selvaggia sabía que la "puerta de atrás" estaba prohibida para el sexo, pero también sabía que si podía colársela, a ella le encantaría. Una pequeña distracción telefónica le dio la oportunidad que necesitaba. Al principio era sólo la punta, pero Selvaggia se sorprendió de lo bien que le sentaba y se la metió hasta el fondo.