Kiara Knight y Katie Montana son recogidas por un tipo que quiere llevarlas a su casa para hacer porno. Katie quiere pensárselo, pero Kiara es tan zorra que vuelve a su casa y deja que le folle el coño con su enorme y gruesa polla. ¡Se pone a gritar como una puta cuando él le hace rebotar esa carne de hombre en su punto G para que se corra!