Antonia Sainz estaba relajándose en la sauna con un semental tatuado, cuando él se acercó y empezó a jugar con su clítoris. Tenía tanto talento con los dedos que Antonia se moría de ganas de ver lo que hacía con la polla. Le folla el coño un rato, pero luego este semental y su enorme polla van directos al culo. Antonia se corre de gusto y se la masturba en la cara.