Aleksandra adora a sus compañeras de piso de la universidad, ¡pero son tan molestas cuando se trata de tener intimidad! Se meten con ella por todos los tíos que se lleva a casa para follar, así que ahora, cuando quiere ligar, les obliga a alquilar una habitación de hotel. Pero no pasa nada, porque ahora puede gritar todo lo que quiera cuando sus pollas golpean su punto G y la hacen llegar al orgasmo.