Lilia deseaba tanto trasladarse a la universidad de sus sueños. Tenía buenas notas, pero sus actividades extraescolares iban a la zaga. Pero Lilia sabía lo que tenía que hacer: tirarse al consejero de admisiones. Dejó que se metiera en sus pantalones para poder entrar en la Universidad. ¡Mira cómo se folla ese coñito tan estrecho! ¡Hacía años que no tenía un coño tan bueno!