A Julia De Lucia le gustan las nalgadas con el pañuelo. Mírala de pie, escultural, en el sofá, con sus medias hasta los muslos, mientras su semental le da unos buenos azotes en el culo. Con las nalgas ardiendo y el coño mojado por la excitación, se inclina y recibe cada centímetro que él le mete por detrás, corriéndose casi inmediatamente cuando él se la mete.