Veronica Clark sabe que su jefe está casado, pero por eso le gusta tanto flirtear con él. Es divertido cuando es tabú y Veronica quería ver hasta dónde podía llegar. Mírala entrar en su despacho vestida como una criada francesa y observa cómo él la inclina y se folla ese coñito rosado y estrecho. Después le ruega que no se lo cuente a su mujer.