Candi quería chocolate, pero no del que se compra en el mercado de la esquina. ¡Necesitaba una polla negra gruesa y dura que le follara el coño hasta dejarla dolorida! Verás, Candi tuvo una noche negra y le cuesta volver atrás. Así que mete a escondidas pollas de ébano colgadas en su apartamento cuando los vecinos están trabajando para que no la vean, y les hace lubricar la polla en su coño para que puedan deslizarla en su estrecho y blanco culo. Luego se van y nadie se entera de que Candi tiene un problema con los negros.