Cuando tocas en un espectáculo pequeño, el público puede ser escaso entre semana. Es entonces cuando las coristas y las bailarinas del escenario pasan a estar en primer plano para que te las folles. Mia Bangg deja su micrófono secundario para coger tu hueso primario y poder follarse a sí misma por la cara. Sabe que su trabajo depende de tener contento al jefe.