Alyssa siempre supo que quería ser enfermera, y además de vestirse todos los días con un disfraz de zorra con medias de rejilla blancas, disfruta de verdad complaciendo a todos esos clientes con su coño suave y aterciopelado. Siempre está chupando la polla de algún paciente, y últimamente se lleva a los tíos a la sala de masajes, donde pueden ponerse cómodamente en la cama y no ser molestados.