Practicar sexo en lugares normales no es suficiente excitación para Madeline, así que recorre las ciudades del mundo seduciendo a hombres en plena calle. Nadie la ha reprendido nunca por su conducta desviada, así que la insaciable rubia sigue abriéndose de piernas para los desconocidos y recibiendo sus gruesas cargas de semen por todo su jugoso trasero una vez que no pueden aguantarse más.